Nuestra
historia empezó un día cualquiera, por casualidad, estaba por ahí, dando una
vuelta y le vi. Lo reconozco, me deslumbró al minuto. Al minuto? Al segundo. Un
flechazo en toda regla. Era todo tannn bonito.... Él me mostró su mundo, un
mundo maravilloso lleno de luz, de
casas modernas y gente chic. Sabía de todo: de arte, de decoración, de moda...
Al
principio nos veíamos poco, robando tiempo a nuestros quehaceres diarios, pero
la cosa fue in crescendo y le robábamos horas a la noche para estar juntos.
Aunque luego arrastrara un sueño mortal durante el día, no me podía resistir,
siempre ofreciéndome novedades: el ultimo origami japonés, el ultimo mueble
nórdico, la ultima excentricidad yanqui.
Estaba
exultante, ojerosa pero feliz. Creí haber encontrado la panacea, el amor
eterno, mi media naranja. Y como toda buena enamorada no dejaba de cantar a
quien quisiera oírme,( y a quien no, también) las excelencias de mi último
amado: “es el mejor”, “con él todo es fácil”, “con el siento cosas que no
sentía con nadie”. ”Probadlo”_ les decía a mis amigas y conocidas, (yo
siempre he sido muy de compartir las cosas buenas). Mis amigas me miraban raro,
ligeramente preocupadas y me aconsejaban que no pasara tanto tiempo con él, que
estaba perdiendo contacto con la realidad. Pero yo las ignoraba, haciendo caso
omiso de su consejos, ¿Qué sabían ellas? No veían lo que yo veía. Y así pasamos
un tiempo mágico, dónde todo era regocijo y felicidad ante el último
descubrimiento: el diy mas ingenioso, la instalación mas original, el casoplón
mas impresionante...que tiemposss
Pero en
los últimos días no sé que ha pasado, algo ha cambiado entre nosotros, seguimos
pasando tiempo juntos, pero nada es como antes, siento cierto hastío. Estoy
preocupada, creo que la chispa ha desaparecido. Me siento frente a él y sigo
viéndolo atractivo, pero cuando me ofrece nuevos pins, pienso: este ya lo
tengo, este no, pero tampoco es nada del otro mundo. Ya no siento ese
cosquilleo cuando veo en la bandeja de entrada sus mails, ni me lanzo poseída
por la lujuria hacia nuevos pines, no sé. A veces me fascina y a veces le veo
como una colección de cromos, no sé, quizá estemos en esa fase en las que las
parejas se estabilizan o rompen, no sé que pasará con nosotros pero fue tannn
bonito Pinterest.
Os ha pasado? estaís en ese momento con el pinterest?
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