Hoy
traigo 10 ejemplos de que a veces menos es mas, sobre todo en la cosa visual.
En este caso se tratan de carteles de cine. En todos estos ejemplos se ha intentado maximizar la comunicación con
el mínimo de recursos posibles pero muy bien aprovechados: composición, color,
uso de espacios negativos y nivel de iconicidad.
El resultados son carteles que funcionan muy bien a
pesar de su simplicidad visual y que podríamos reconocer perfectamente incluso
sin el titulo.
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